domingo, 8 de noviembre de 2009

uno

-No grites- me digo tajante mientras espero que las sombras, que se mueven en la oscuridad, se disipen y den paso a las formas de una habitación, de sobra conocida. De la negrura emergen los muebles y las pilas de libros tal y como los dejé antes de cerrar los ojos. Los desperdicios de la noche anterior, la noche de actos, tampoco se han movido. Espero sentado con las piernas cruzadas y tapadas por la sabana, con la mirada y la atención puesta es un foco de oscuridad que se resiste a desaparecer ( si es que eso es lo que hace la oscuridad) donde debería estar el espejo.Mi espejo. Con cada espiración el golpeteo en mis sienes de mi propio corazón se va ralentizado.
-Siempre pasa-,miento en silencio -antes o después las aguas vuelven a su cauce-.A veces el rió se desborda y se lleva todo por delante y cuando quiere volver a su cauce, no hay cauce que valga.La mancha negra perdura. Como una pelota. Como una pelota negra. Como una estúpida pelota negra e inmaterial sin sentido ni utilidad vital.
-Se acabó- digo en voz baja ,pero audible, avisando al aire de que mi paciencia se ha agotado y voy a tomar cartas en el asunto. Aprieto el interructor y cumpliendo su función, la luz se enciende. Desde el otro lado del cristal,en el espejo, un tipo con mi cara me mira con estúpida intensidad.

3 comentarios:

  1. Esto me suena...jeje.
    Bienvenido a mi mundo amigo.
    Que paranoias, pues nada... a buscar porno de sombras en la oscuridad.Al menos sera mas divertido.

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  2. la belleza es subjetiva...y la estupidez?

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