La muerte no huele a canela

La muerte no huele a canela.
Fueron las ultimas palabras de su padre antes de morir.
No había duda. Sabia lo que tenia que hacer.
Se levantó de la cama. Abrazó a su mujer y besó en la frente a su hijo.
Acto seguido, los abandonó.
Apenas salió por la puerta, se dio cuenta de su error. Volvió a entrar, cogió una chaqueta del perchero y los abandonó.
Empezaba a refrescar.
Era el único modo.
La muerte no huele a canela. La ultima frase de su padre se repetía incansable en su cabeza.
Lo tenía claro.
Concentrado en su objetivo apenas se percato de los gritos de la gente cuando entró, disparando al aire, en la biblioteca del distrito.Disparó hasta que las balas se acabaron.No importó. La biblioteca ya estaba vacía.
Se dirigió hacia un mueble que contenía, lo que parecía ser ,una polvorienta enciclopedia ilustrada a todo color en cómodos cincuenta tomos, y la volcó contra la puerta, bloqueándola.
Cogió un libro al azar, arrastro una silla hasta el centro de la sala y se sentó. Comenzó a ojearlo. Lo descarto. Repitió la operación.
No podía rendirse.
No podía morir sin encontrar una frase mejor.

Ella 2

Ella no es especialmente bonita.
Ella no es especialmente nada.
Aparte de ese bolso rojo que descansa su lado nada en ella despierta su atención y mucho menos su libido.
Sus miradas no se han cruzado.
No puede entender porque tiene esa necesidad de besarla, Levantarse y besarla.
Dios me libre, piensa, de querer algo con ella, aparte de besarla.
Levantarse y besarla.
Creo que se esta enamorando.

Tenia que hacerlo.

Tenía que hacerlo.
No podía retrasarlo mas.
Levantó la visera chirriante de su yelmo y contempló el devastado campo de batalla.
Tenía que hacerlo.
Intentó imaginarse a si mismo, erguido, en aquel sembrado de sangre, ataviado con la impenetrable armadura que antaño fue de su padre, cubriéndolo de pies a cabeza.
Era el momento.
Una mueca de alivio transformó su rostro.
Esperó.
Nada parecía haber cambiado.
Después de todo, mear dentro de la armadura no era tan malo.

Me he despertado en mitad de la noche.
No consigo dormirme de nuevo.
Es como cuando te despiertas en mitad de la noche y no reconoces el techo.
El techo es mio, pero no se quien soy.
Recuerdo quien era antes de dormirme.
Ya no lo tengo tan claro.
Desde que he abierto los ojos, tengo la sensación de que soy dos enanos malvados.
No conseguimos conciliar el sueño.

Complementos

Harry, el Sucio, nunca usa zapatos de tacón.
Un sombrero de ala.
Un cigarro en la boca.
La mirada perdida en el horizonte con el ceño fruncido, como intentando ver a través de una niebla espesa, aunque sea la hora de la siesta en el páramo.
Esas cosas si.
En el mundo de Harry, el Sucio, no hay espacio para zapatos de tacón.
Además, no fabrican cartucheras a juego.

Manchas

Es como la purpurina.
Te lavas una y otra vez pero no consigues que desaparezca por completo.
Aun días después, el desagüe de la ducha sigue arrastrando los vestigios de aquella noche, que tu quieres olvidar pero se resiste a desaparecer.
Igual que la purpurina.
Aveces incluso, una vez limpio, sigues sintiéndola delatora, mientras buscas nervioso con la mirada en tus rincones.
En el pelo.
Bajo las uñas.
En aquellos pantalones.
En tu cuchillo.
Sin duda, la sangre es como la purpurina.

Cerveza 2

Mientras termino la quinta cerveza de la noche me veo reflejado en el espejo del bar.
Parezco gilipollas.
¿A que clase de tipo se le ocurre poner un espejo en un bar?.
Un día se levanta y decide que es una brillante idea que sus parroquianos vean la cara de gilipollas que tienen al terminar la quita cerveza de la noche.
Le odio.
Le odio y le maldigo.
Le odio, le maldigo y sonrio.
Que hermoso es convencerse a uno mismo de que antes de entrar en el bar, no tenía esta cara de gilipollas.

Ella

Ella esta sentada en la otra punta del bar, a varios metros de mi.
Su cabeza no se ha levantado en ningún momento del móvil que tiene en las manos.
No para de teclear.
Esta claro que le gusto.
Intento fijar mi atención en ella por encima del zumbido incesante de la mujer sentada a mi lado,que me habla sin parar desde hace un rato.
No es sencillo.
Me termino el vino de un trago para llenarme el estomago de valentía y la miro mas intensamente.
Ella no levanta la cara de su teléfono.
Se le da bien jugar a esto.
Me estoy enamorando.

Sacrocosa

Como otros días , al sentarme delante del ordenador fijo la vista en la pantalla con la mirada vacía.
Paso la yema de los dedos por el teclado durante unos segundos para darle al tema un royo sacro.
Escribo
Como hoy.
No importa el que.
Puedo llegar a escribir verdades absolutas, que si se diera el caso, me aportarían una visión mas amplia de la vida.
Aun no se ha dado el caso.

Cerveza

Se me ha acabado la cerveza. Tengo sed.
Me da miedo pedir otra.
No tengo miedo de la cerveza en si, sino de la mujer que me la ha servido.
Me ha mirado a los ojos.
Creo que intentaba robarme el alma.
Si la vuelvo a dejar intentarlo, quizás lo consiga.
No tengo motivos para pensarlo.
Pero alguien que quiere robarte el alma, se andará con cuidado de no darte motivos para pensarlo.
Tiene lógica.
Estoy bastante seguro de que podría hacerlo si quisiera.
Se que podría, pero no tengo ni idea de si quiere hacerlo o no.
No la conozco mas allá de su capacidad de robarme el alma.

No se tu nombre

Si alguna vez, por algún motivo te pregunto tu nombre
dame algo dulce que llevarme a la boca.
Si alguna vez, por algún motivo te pregunto tu nombre
dame algo que sea al mismo tiempo una puerta y un escudo,
un camino,
un orgasmo,
un pomelo,
un gatito al que estrangular.
Recibeme con los brazos abiertos pero manten cerradas las piernas.
Hoy no busco en ti matar al periquito.
Hoy aborrezco a los perros con collar que no muerden las manos que les dan de comer.
Hoy aborrezco a los mancos y a los que llevan en los bolsillos caramelos a medio chupar.
Hoy llevo toda la vida buscando alguien como tu pero mejor.

-Me gustan los barcos - Dijo él.
-Ja!, ¿Sabes lo que he descubierto? Que te gustan los barcos.- Dijo la anónima orgullosa de su poder de observación.
Esa noche durmió como un bebe.

Bienaventurado aquel que posea una opinión.
Nunca mas tendrá que pensar.
Enarbola una bandera.
Hazte camisetas.
Escribe un BLOG.
Cuéntaselo a todo el mundo.
Tararea mentalmente cuando alguien te cuenta su opinión para que no te distraiga de tu objetivo; encontrar el momento en el que para para coger aire y contarle la tuya.
Toda una experiencia interactiva.
Bienvenido amigo opinionista a el maravilloso mundo de cagar por la boca.

Harakiri

Me siento enfermo de vivir siendo interesante.
De buscar interesarme.
Entretenerme.
Caerme bien.
Me he creado a mi mismo con demasiado éxito.
Escuece.
Ser exactamente lo que uno quiere ser y aburrirse, escuece.
Víctima del carisma exaltado del que no tiene nada que perder.
Del que cree que no tiene nada que perder.
Víctima de un misógino romanticismo demasiado bien aprendido.
Víctima de la fuerza creadora que siempre termina convertida en proyectos sin concluir.
Víctima de mis propias vísceras.
Víctima de mi.
Soy mi propio daño colateral.