miércoles, 14 de octubre de 2009

Cerveza

Se me ha acabado la cerveza. Tengo sed.
Me da miedo pedir otra.
No tengo miedo de la cerveza en si, sino de la mujer que me la ha servido.
Me ha mirado a los ojos.
Creo que intentaba robarme el alma.
Si la vuelvo a dejar intentarlo, quizás lo consiga.
No tengo motivos para pensarlo.
Pero alguien que quiere robarte el alma, se andará con cuidado de no darte motivos para pensarlo.
Tiene lógica.
Estoy bastante seguro de que podría hacerlo si quisiera.
Se que podría, pero no tengo ni idea de si quiere hacerlo o no.
No la conozco mas allá de su capacidad de robarme el alma.

1 comentario:

  1. Tío no puedo para de leerte, qué suerte haber dado con tu blog... hacía mucho que no leía porque no encontraba blogs que me molaran tanto... sobre todo desde que D2 dejó el suyo...
    También El INstigador... por si te apetece, le debo una visita ahora que me acuerdo...
    Voy a aver si curro un poco... ya volveré.

    ResponderEliminar